Esta entrada va dedicada a Adaldrida, escrita hace unos años pero perdurará para siempre...
Dicen que todo lo que pasa en el mundo tiende de un hilo,
la verdad es algo difícil de comprender,
porque, ocurren o no las cosas,
si es, una de las cosas buenas de la vida,
un cambio inesperado que te alegra el día,
una sensación diferente,
algo especial que sucede fortuitamente,
esta es una de estas cosas.
La historia remonta su origen días atrás,
en el mes de Febrero,
donde algo con mucho valor,
iba a acaecer.
Adaldrida iba a venir a Logroño,
no sabía porque, ni en qué momento,
pero me alegré.
Juntos pasamos muy buenos momentos,
descritos con antelación en otras entradas,
ella se presentó y me contó que venía por trabajo,
pero pensé que era afortunado de tener a tan virtuosa persona a mi lado.
Dijimos que retornaríamos de nuevo a Alcampo,
donde la agraciada ardilla nos estaría esperando.
Por hoy me despido de esta entrada,
donde tras un largo día y duro he concluido la jornada.
Me despido de vosotros,
atentamente , Rodrigo Luján.
¿Gracias!
ResponderEliminarEs preciosa...
De nada, Ro. Ya sabes que te encanta, jeje
EliminarMuy bonito!
ResponderEliminarUn saludo
Gracias Polloky, la verdad que estando con Adaldrida se ocurren cosas como estas, es genial.
EliminarMe alegro de que te haya gustado