Una conexión inalámbrica a través de WiFi es suficiente para un piso pequeño, pero si hay muchas paredes, o madera, no llegará a todas las habitaciones.
Una solución es utilizar un punto de acceso como amplificador de señal, pero son bastante caros y no siempre es fácil sincronizarlos con el router. Por suerte, existe una alternativa más práctica: utilizar un sistema PLC para llevar Internet a través de la red eléctrica. Ya es posible adquirir un kit de inicio por 30€.
La tecnología PLC (Power Line Communications o Comunicación a través del Cable Eléctrico) permite usar la instalación eléctrica como un cable de red: conectas un selector de PLC a cualquier enchufe, y ahí conectas el router mediante el cable. Conectas un segundo PLC a cualquier otro enchufe de la casa, y ahí conectas un ordenador, portátil, móvil, lo que quieras. Tendrás Internet sin retardos, a la máxima velocidad, y sin necesidad de configurar nada. Puede superar los 300 metros a una velocidad de 200Mps.
Las restricciones son escasas: el PLC no debe compartir enchufe y en la casa solo puede existir una única instalación eléctrica. Por último, no hay que olvidar que es una transmisión por cable, así que tendrás que colocarte cerca del PLC. Pero puedes colocarlo en cualquier enchufe de la casa.
Así obtendrás acceso a Internet en cualquier lugar y te ahorrarás una tarifa móvil, o mejorarás el rendimiento con respecto al WiFi.
Existen muchos fabricantes de sistemas PLC. TP-Link, con productos asequibles y fácilmente localizables, es un buen punto de partida.
Funcionamiento
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